-No hay nunca un porqué para un recuerdo; llega de repente así, sin permiso, no sabes cuándo se va ir.Lo único que sabes es que lamentablemente
volverá, por lo general son instantes,cuando llega,hay que alejarse
rápidamente, sin miramientos, sin culpas,sin jugar con él, sin hacerse daño.
-Ella, dama impecable de alta sociedad, baila, ríe. Otra vez tu. No teníamos que
volver a vernos... siento todo mi dolor. Lo que no se, lo que no he vivido,
lo que ahora me falta. ¿Cuantos brazos te han estrechado para
convertirte en lo que eres? Que importa. Al
fin y al cabo, ella no me lo dirá, por desgracia. Por eso me quedo en silencio, la miro. Pero no la encuentro. Entonces voy a buscar esa película en blanco y
negro que ha durado dos años. Toda una vida. Esas noches pasadas yo, estúpido,
buscando y esperando encontrar una respuesta. Dame un porqué,cualquiera. Pero que idiota...ya se sabe, cuando un amor se acaba
se puede encontrar todo, excepto un porqué....
Ricardo Scarmaccio / Mario Casas ambos protagonistas de A3MSC |
-Step. Siempre he tenido ganas de ti. Por todo lo que he imaginado, soñado, deseado,tengo ganas de ti. Por lo
que sé y no sé, tengo ganas de ti. Por ese beso que aún no
te he dado, por el amor que nunca he hecho, tus errores, éxitos, equivocaciones, tus dolores,tus simples
incertidumbres,pensamientos que has tenido y que aún no tienes. Tengo ganas de ti, ni siquiera sé el por
qué... Uf. TENGO GANAS DE TI.
-Estoy fuera,de los recuerdos,del pasado,pero también
estoy perdido,antes o después las cosas que has dejado atrás te alcanzan. Y las
más estúpidas, las recuerdas como las más bonitas, porque su simplicidad no
tiene comparación, me dan ganas de gritar, hace daño, guárdalos en el fondo del
corazón, donde no duelan, donde nadie pueda verlos, donde tú no los puedas ver.
-Cuando estás mal, lo ves todo negro, piensas que no tienes futuro, nada que perder, cada instante es
un peso enorme, insostenible, resoplas todo el tiempo, querrías liberarte
como sea,de cualquier forma.De la más simple, la más cobarde, sin dejar de
nuevo para mañana este pensamiento: acéptalo «Ella no está»,ya no está. Y entonces,
simplemente, no querrías estar tú tampoco.